Episodio 2: En casa del herrero.

«En casa del herrero, cuchillo de palo» Resulta que la biblioteca -y nuestra profesión- frecuentemente no tienen memoria de sí mismas. Cuando se intenta investigar sobre el tema, esto se hace evidente. Esta es una de las advertencias que nos hace Ingrid Espinoza Cuitiño en esta entrevista.

Ingrid Espinoza, Guillermo Toro y Cristian Cabezas grabando el episodio 2 en la Escuela de Bibliotecología UTEM

Cuando develamos nuestra historia, vemos que las bibliotecas y sus profesionales fueron pioneras en redes y colaboración, poniéndose a la vanguardia y ejerciendo un liderazgo humano, social y técnico. Solo para recordar, un caso emblemático fue la RENIB. Ingrid sugiere que el conocimiento de esas experiencias nos puede ayudar a conducir las trasformaciones del futuro.

Aquí les dejamos una transcripción ligeramente editada de la conversación de 14:58 minutos:

Guillermo Toro (00:09)

Seguimos hablando de yepos. En esta segunda edición del podcast tenemos la visita de Ingrid Espinoza Cuitiño, quien es bibliotecaria documentalista, titulada en la UTEM y además magister en Procesamiento y Gestión de la Información por la Universidad Católica de Chile. Ella trabaja profesionalmente en CIREN y además es académica del Departamento de Gestión de la Información, por lo tanto, es profesora en la carrera Bibliotecología y Documentación de la UTEM. Está a cargo de las asignaturas «Métodos de Investigación Bibliográfica» y «Fuentes de Información, Productos y Servicios Bibliográficos», además de dirigir trabajos de titulación. Ingrid, bienvenida. Junto a Cristian Cabezas, director del pódcast, quisiéramos saber desde tu perspectiva qué está pasando con nuestra profesión, ya que tú has hecho estudios de las mallas curriculares y además estás al tanto del mercado laboral y permanentemente has estado investigando sobre la historia de la bibliotecología en Chile.

Cristian Cabezas (01:15)

Gracias por estar aquí con nosotros Ingrid. Para abrir con la primera pregunta, lo que ya te daba a entender Guillermo: ¿Cómo ves tú, en tu percepción y a partir de la investigación, la esencia o lo que es fundamental de la profesión [en las mallas curriculares] de bibliotecario y bibliotecaria?

Ingrid Espinoza (01:35)

Muy buenos días, Cristian y Guillermo. Muchas gracias por esta invitación, de verdad que me han sorprendido. Y bueno, respondiendo a su pregunta, quiero decir que es una pregunta un poco compleja y que no tengo necesariamente la autoridad en el tema como para poder hablar de ello, pero sí les puedo contar mi impresión, que tiene que ver también con datos objetivos históricos relacionados con cómo se implementaron desde el inicio de nuestra profesión los estudios en el país. Tenemos el antecedente de que en los años 30 había cursos de formación para los bibliotecarios, específicamente de las bibliotecas universitarias, y los primeros cursos que se entregaron tenían relación con la catalogación, la clasificación y la administración de bibliotecas. Si observamos las mallas actuales de las distintas instancias que dan la carrera profesional hoy en el país, esas tres áreas siguen estando presentes. Por lo tanto, sí son un núcleo y un punto de partida que se ha mantenido por décadas en el país como centro de nuestra profesión. También se observa a lo largo de la historia, a fines de los 70 e inicios de los 80, que se incorporaron más asignaturas tecnológicas, primero con un tímido ramo y después se ha ido multiplicando el número de asignaturas en el área, hasta ahora que vemos la proyección de la tecnología como una de las áreas más relevantes, con la mayor parte de los procesos tecnologizados en las unidades de información. También se ha visto que a lo largo del tiempo han desaparecido otras asignaturas como la bibliografía, la historia del libro y las bibliotecas. Entonces es bastante dinámico esto de las mallas curriculares, se van adaptando a las necesidades de los tiempos, que nos van también definiendo como profesionales y también como actores relevantes, que tienen un impacto en ciertos ámbitos de la sociedad. Por lo tanto, no es menor la definición de mallas curriculares y los acentos que vamos dando.

Guillermo Toro (03:37)

Definir un currículum no es algo tan simple. Lo que después vamos a conocer como plan de estudio o como malla curricular, en definitiva. Hay que considerar varios aspectos como las tendencias de una profesión, el mercado laboral, el contexto de la profesión en el país. Hay que entrevistar a colegas, empleadores, en fin, considerar el modelo educativo de cada institución. Son varios elementos que hay que tener en cuenta. Tú, Ingrid, ¿ves que exista una uniformidad o diferencias sustanciales entre las carreras? ¿Cuál es el núcleo central de nuestra carrera ahora en el país, tal como tú lo ves?

Ingrid Espinoza (04:21)

Yo pienso que sí hay un núcleo central. Sí hay ciertos elementos que son distintivos y propios de nuestra área de la bibliotecología, pero sí hay acentos también y elementos que son sellos o que son distintivos entre las distintas universidades que hoy en día entregan la carrera de bibliotecología, con nombres incluso diferentes, dependencias administrativas diferentes, y ya sabemos que los nombres crean realidad. Por lo tanto, las concepciones también que tienen las universidades de la carrera y la dependencia administrativa que le dan son también determinantes. Por ejemplo, si indican que la carrera va a estar en una facultad de administración y economía es distinto a que digan que va a estar en la facultad de ciencias sociales. Ya son visiones que parten desde un paradigma diferente. Cuando hablamos de cómo se da la enseñanza de la bibliotecología en otros países del mundo, también vemos algunas diferencias, porque en Estados Unidos, por ejemplo, la catalogación ya no es el centro del quehacer bibliotecario y por lo tanto está como un ramo electivo, porque no se piensa que todos los estudiantes van a catalogar o les va a interesar catalogar. Entonces están teniendo esa plasticidad, en que el estudiante puede ir generando su propia malla de estudio, en cierta medida, de acuerdo a sus intereses.

Cristian Cabezas (05:49)

Sabemos que en este proceso tú has investigado mucho con fuentes de la historia de la bibliotecología, has trabajado con los archivos del Colegio de Bibliotecarios y con algunos de las escuelas. ¿Cuál es tu experiencia respecto de cómo la Bibliotecología de Chile está preservando -o no preservando- su historia?

Ingrid Espinoza (06:13)

Te agradezco mucho la pregunta porque, como se dice, «en casa del herrero cuchillo de palo». Es cierto, nuestra profesión ha resguardado mucha información de muchas instituciones. Siempre estamos sirviendo a otros. La biblioteca siempre está subordinada a una institución más grande, pero en sí no es una instancia que se mire, que se preocupe [de sí misma].  Somos una profesión sin historia, en la que no conocemos a nuestros personajes clave o relevantes; no conocemos ni hemos tenido una altura de miras para analizar los acontecimientos históricos que han ocurrido, nos hemos quedado en lo superficial, y eso es bastante contradictorio con lo que nosotros somos y hacemos en el día a día. Entonces, bueno, yo les voy a pedir que nos inviten en otra ocasión con Manuel Alvarado, que es un doctor en Historia, porque estamos realizando un proyecto que es bastante interesante y del que les podemos contar un poco más en otra oportunidad. Entonces, sí, estamos bastante despreocupados de nuestros archivos; estamos con nuestro archivo sin diagnóstico, sin organización, sin aplicación de todas las normas internacionales. Y, bueno, siempre es un buen momento para comenzar, ya para poner los temas como un poco más relevantes y darles un poco más de auge.

Guillermo Toro (07:32)

Ingrid. ¿En qué momento estamos de la profesión hoy en el país? Yo te pregunto porque aparentemente hubo un momento más glorioso incluso que el de hoy. Hubo un momento en que se publicaron libros, estoy pensando en los años 60, incluso antes. En ese tiempo se publicaron libros, hubo congresos, hubo definición de leyes, había adquisición cooperativa, mucho más intercambio profesional aparentemente entre las universidades, aunque estamos hoy en la sociedad del conocimiento, en la sociedad de la información, al parecer hemos perdido fuerza profesionalmente. En la Escuela de Bibliotecología de la Universidad de Chile hubo 400 estudiantes simultáneamente en un momento del año 72 o por ahí, y hoy ninguna de las carreras de bibliotecología se acerca siquiera a esa cifra.

Ingrid Espinoza (08:26)

No, no, miren, yo creo que también hay un dicho que es que «todo tiempo pasado fue mejor»,¿cierto? Parece que pensar así es una tendencia del ser humano. Yo no desmerecería los tiempos actuales. Sí es muy bonito revisar la historia de la profesión y darte cuenta de que, por ejemplo, cuando estaba la Asociación de Bibliotecarios de Chile, en los años 50, se movieron mucho, hicieron mucha actividad, organizaban congresos, eran muy unidos, al menos por lo que se ve en las actas y en las actividades que realizaban. Y efectivamente consiguieron en la época que los presidentes aprobaran varias leyes que beneficiaron a los bibliotecarios, que los posicionaron. No se podía nombrar un cargo de bibliotecario si no era un bibliotecario profesional titulado en la Universidad de Chile, que en esa época era la única instancia de formación en el país, que daba la carrera. Y, así, bueno, también hay que pensar siempre en los contextos históricos. Nosotros somos hijos de nuestros tiempos y de toda la circunstancia política que se vive en el país en los distintos momentos, las situaciones económicas pasadas afectaron de una u otra manera el desarrollo de nuestra profesión y hoy en día lo siguen afectando. Yo creo que estamos en buenos tiempos, estamos también en tiempos de cambios, estamos en tiempos de una sociedad empoderada, tenemos el derecho de acceso a la información, eso es muy positivo y para nosotros que somos profesionales de la información, es nuestro momento. Tenemos que verlo así, tenemos potencial, tenemos las herramientas. La gente se pierde en un mar de información, se ahoga. Por eso, es que «San Google» está ahí siempre ayudándonos con sus tres primeros resultados en la respuesta a nuestra pregunta. Pero eso es para preguntas superficiales. Cuando yo realmente busco un tema que me interesa investigar, no está ahí. Dicen que es la punta del iceberg, lo que está en la web. Entonces, ¿Dónde encontrar información de calidad que yo requiero para las distintas actividades? Ahí está tu amigo bibliotecario que te puede ayudar. Así que esa es la visión que yo creo que hay que tener, el empuje. Hacen falta más Bibliotecólogos. ¿Cierto? Más profesionales bibliotecarios, hacen falta ojalá más alumnos, que vengan como en esos tiempos de los 70, en que hubo 100 alumnos por nivel. Ojalá se repitan esas cifras, porque unidades de información hay miles en el país. No están cubiertas porque no damos abasto. Es cierto, son pocos los titulados y yo creo que hoy en día ni siquiera están reemplazando a los que se están jubilando. Las nuevas generaciones no alcanzan a cubrir todos los puestos, lo cual puede implicar que estamos perdiendo incluso plazas laborales. Pero también hay que creerse el cuento, hay que empoderarse, hay que también cuidar los nichos laborales ya ganados y yo creo que tenemos harto potencial. Esa es mi visión, sí, de verdad lo digo, no tan como ilusamente, yo creo que es real.

Guillermo Toro (11:31)

Tenemos muchos colegas que nos hacen sentirnos muy orgullosos de nuestra profesión. Gente que está haciendo aportes al país, como Roxana Donoso, que en este momento está trabajando en la Comisión Constituyente, haciendo un registro para el futuro. Queremos destacar este tipo de cosas en el pódcast. Hay muchos proyectos, muchas iniciativas, que hay que conocer y no conocemos nosotros mismos como colegas. Esperamos que este pódcast también contribuya a eso y nos conozcamos un poco más.

Cristian Cabezas (12:02)

A partir de lo mismo, una pregunta ¿Cómo te imaginas tú que debería ser el futuro cercano o lejano de la profesión? ¿Qué es lo que crees que habría que hacer para tener una mejor profesión o más personas interesadas en la profesión o que se reconozca mejor?

Ingrid Espinoza (12:20)

Para mí es un elemento clave el trabajo en red. En un momento, en los inicios de la bibliotecología internacional, desde siempre tal vez, ese trabajo en red estuvo y con el tiempo se ha perdido. Porque además la bibliotecología es un trabajo bastante silencioso, bastante individual, en una relación con el libro objeto o como un servicio que se entrega a un usuario que de pronto se va, cuando ya le hemos entregado el servicio. Entonces nos hemos olvidado un poco de ese trabajo en red, ese trabajo en equipo, ese trabajo multidisciplinar.

Necesitamos tener redes de apoyo, eso es muy relevante hoy en día y que nos va a dar la potencia, el newen, esa fuerza que necesitamos para despertar un poco, para hacer más ruido, para decir aquí estamos. Porque estamos entregando servicio, estamos cumpliendo nuestro rol en distintas empresas, en unidades de información de los más diversos tipos, pero no nos vemos porque estamos tan abocados y tan tapados de repente de trabajo que no tenemos el tiempo de hacernos difusión. Acá hay que meter más ruido, hay que unirnos, hay que crear alianzas, hay que hacer más actividades y publicitar todo lo que se haga. Y eso también va a atraer a más estudiantes. A veces en el aula los alumnos me preguntan: Profesora, ¿por qué en mi colegio nunca nadie fue a hablarme de estas cosas, nadie me dijo que existía esta profesión porque me habría gustado saberlo: yo tuve que encontrarla solito. Y ahí, [eso] nos mueve, nos mueve a salir al mundo, sin miedo.

Cristian Cabezas (14:06)

Bueno, es parte de lo que queremos lograr con este podcast. Siempre vamos a agradecer que las personas se acerquen, que estén aquí, poder escucharlas. Y, eso, hasta la próxima.

Guillermo Toro (14:20)

Esperamos tener otros invitados. Que vuelvas junto al historiador a contarnos de este proyecto de rescate de la historia de la profesión. Nos parece sumamente interesante saber en qué están y cuáles son los objetivos de ese proyecto.

Ingrid Espinoza (14:36)

Muchas gracias nuevamente por la invitación y por esta gran vitrina que va a ser para los bibliotecarios, porque estoy segura de que hay muchos colegas, casi todos haciendo cosas muy entretenidas, así que van a tener esta oportunidad de contarlo.