Conversamos con Francisca Robles Correa, docente UTEM, artista textil, ilustradora y magister en educación, quien comparte su experiencia en la creación de libros textiles.
Destaca la importancia del textil como expresión creativa y cultural arraigada en Chile. Describe cómo el textil se utiliza para narrar temas sociales y políticos, y cómo las bibliotecas han integrado la creación de libros textiles en su labor de mediación y fomento lector, así como en el vínculo con la comunidad. Conecta el libro textil único o libro de artista con el libro impreso ilustrado que, de este modo, pasa a formar parte del universo cultural del libro.
Francisca participa en la Colectiva Libro Textil, formada por microeditoras textiles de diferentes ciudades de Chile. Nos cuenta sobre la transformación personal y comunitaria que surge a partir de la creación colectiva de libros textiles, así como del interés internacional en ella.
Plantea preguntas sobre la integración de los libros textiles en las bibliotecas, como parte de su catálogo o como este objeto entrañable, que cuenta historias adultas con un lenguaje aparentemente infantil e invita a los bibliotecarios a reflexionar sobre ello y a establecer un diálogo con colectivos que trabajan en estos formatos.
Esta es una transcripción ligeramente editada de la conversación de 28 minutos.
[00:00:09] – Guillermo Toro
Bueno, este Yepo número 34 va a ser un yepo especial, como todos nuestros yepos en realidad, cada uno tiene su tono, su particularidad. Pero lo especial de hoy es que vamos a entrevistar a Francisca Robles Correa, quien es docente, artista textil e ilustradora. Ella es docente de la UTEM y eso sí, para nosotros es algo nuevo porque eres la primera docente te contamos -fuera de los bibliotecarios- que va a participar en Yepo, pero porque hay una afinidad de tema, porque hay intereses compartidos que tienen que ver con el libro particularmente. Y esto voy a contar cómo surgió. Bueno, Francisca escuchaba Yepo y como varios profesores de la UTEM me lo han dicho, les ha parecido interesante, lo han ido siguiendo, han aprendido cosas con Yepo y se sienten parte de esta comunidad. Y ella nos saluda y nos dice «miren, me gustaría conversar con ustedes porque yo soy parte de una colectiva de artistas textiles de diferentes ciudades de Chile. Trabajamos con el oficio de la costura para la creación de libros textiles».
[00:01:15] – Guillermo Toro
Estos libros textiles son una suerte de fanzine o libro de artista que forman parte de algunas bibliotecas y que se usa mucho también en actividades de mediación y de fomento lector. Y luego dice que durante septiembre ella fue invitada a la Feria del Libro de Medellín, Colombia, a exponer sobre la inclusión de los libros textiles en los espacios lectores. Todo esto nos interesó ya bastante. Ella en esa feria, durante cuatro días estuvo conversando con grupos de bordadoras de Antioquia, reflexionando sobre los cruces entre artesanía, editorial, biblioteca y cultura popular. Todo eso a nosotros nos compete porque se asocia a las bibliotecas y estos libros textiles se relacionan claramente con nuestro trabajo también profesional. ¿Cuáles son los aportes del libro textil a los espacios de archivo y lectura? ¿Cuáles serían los desafíos para su interacción? Son preguntas que nos competen y nos interesan mucho. Bueno, Francisca además ha publicado ya al menos tres libros que tienen que ver con este arte textil aplicado. Les vamos a mostrar algo en una foto por ahí. En el 2020 [3 libros] en la colección Mari Mari y antes en el 2016, «Victor» otro libro editado por Kilombo Ediciones y en el 2012 ya hay un antecedente «Voy», que fue su primer libro ilustrado en textil. Nos mostró este libro y realmente es precioso y nos va a contar hoy día de este proceso. Los recibimos en esta mañana para nosotros con Cristian Cabezas, director del pódcast.
[00:02:43] – Cristian Cabezas
Hola, buenos días. Muchas gracias por estar aquí. Nos interesa crear este espacio del Yepo y abrirlo también a otras voces. Si uno ve la trayectoria del Yepo, quizás una de las cosas importantes es que nosotros hemos estado aquí con muchas bibliotecarias y bibliotecarios que nos han contado experiencias desde sus distintas realidades y hay varios que han hablado de temas que tienen relación con este. El primero, el libro cartonero. Pero además de ese, los que tienen que ver con mediación, producción de literatura infantil, hay temas en los que de una forma u otra estamos participando. Y también en la relación con la comunidad, que es algo que hace la biblioteca pública y que está muy bien recogido en estos libros. Por favor, tú cuéntanos desde lo que tú has visto, de lo que has hecho en todos estos años. ¿Cómo ves esta relación entre libro, lectura, biblioteca, comunidad?
[00:03:46] – Francisca Robles
Bueno, muchas gracias por el espacio, porque surgió la idea y aquí estamos conversando y bueno, yo como artista textil paso últimamente mucho en bibliotecas y en espacios lectores porque me invitan a trabajar temas que tienen que ver con la comunidad, en el fondo cuando las bibliotecas -según lo que yo he visto en mi experiencia- quieren integrarse a los barrios en los que se emplazan y salen a conocer a los vecinos o los quieren invitar, quieren hacer trabajos en conjunto. Siempre aparecen las bordadoras, las textileras. En Chile tenemos una tradición textil. La mayoría de las personas si les preguntamos, se van a acordar que una tía les bordaba algo, les tejía los zapatitos. Hay como una tradición de enseñanza popular respecto al textil, que es muy potente, y esa tradición en los años 70 se transformó. Fue muy evidente con las arpilleras, que fueron ilustrando en el fondo con bordados, con patchwork, todo lo que pasaba en la dictadura, que no aparecía en una prensa oficial, por ejemplo, las aspilleras quedan como hito en el inconsciente, ahí social, que luego en el estallido aparece súper potente y muchas jóvenes se sienten muy reconocidas con ese oficio.
[00:05:01] – Francisca Robles
Y cuando salen a las marchas o cuando uno ve las marchas del 8M, por ejemplo, yo siempre las veo a ver cuántos textiles van a aparecer. Y van las marchas y siempre aparece el textil de alguna manera en una pancarta gigante tipo quilt enorme, o se bordan la ropa o las capuchas, que también son una representación al final del oficio. Va como tomando muchos referentes sociales, pero aparece también este oficio que es cercano a una mujer artesana. Y es así como las bibliotecas se dan cuenta de esta cercanía que tienen sus barrios al oficio y vamos haciendo estos nexos de colaboración en los que las veces que yo he participado son con talleres. Hacemos talleres de ilustración textil, se llaman y llegan personas, diferentes edades. Empezamos a trabajar las imágenes, bordar, cuando vamos bordando ya qué quiero contar y ahí aparecen las narrativas y luego se terminan transformando en un libro, porque encuadernamos, como se encuaderna un libro y termina siendo un objeto que pasa a ser parte de la biblioteca. Entonces es como una manifestación que crea libros de forma artesanal, muy viva.
[00:06:11] – Francisca Robles
Yo he visto, ha sido bien impresionante ver cómo se va renovando. Para el estallido había arpilleristas que estaban muy impresionadas de que ellas seguían bordando temas del 70, de memoria y ahora empezaron con las jóvenes a bordar temas de ese momento que eran importantes. Entonces los nombres del recuerdo, los nombres del presente, la unión entre las generaciones y ha sido la arpillera chilena también la que ha traspasado muchas fronteras en Sudamérica. Y cuando fui a Colombia también darme cuenta de que era un referente muy importante para temas que se están haciendo en bibliotecas en Colombia, con la mirada de lo que pasa también acá con el oficio textil en Chile.
[00:06:50] – Guillermo Toro
¿Cuál fue la experiencia de Colombia, en Medellín? Hay una tradición parecida, hay algo que viene de antes, hubo una hermandad con ellas. ¿Cómo sentiste tú esa experiencia, ese contacto?
[00:07:04] – Francisca Robles
En Colombia se está usando mucho el textil para trabajar con mujeres desplazadas. Hay mucho desplazamiento por violencia. Se ha trabajado en organizaciones de derechos humanos o antropólogas también para llegar a grupos de mujeres. Empezaron a utilizar la herramienta del textil. Por ejemplo, había antropólogas que no eran bordadoras, pero para llegar a las mujeres, como ellas, también tienen un tema con el textil, de fábricas textiles, moda textil, hay mucho conocimiento. Y utilizaron el bordado como herramienta para llegar a la comunidad y para desarrollar un trabajo de resiliencia o de desahogo. Entonces es como una mezcla en la que sepan o no el oficio, que por lo general lo saben. Ahí en el encuentro se genera comunidad, apoyo y termina este bordado y el bordado dice mucho. Entonces ellas. Una de las antropólogas, Isabel, había sido estudiante mía en un curso online de ilustración textil y después siguió el trabajo y lo que le interesó a ella es que veía que en Chile ya habían pasado desde el trabajo que estaban haciendo ellas con las bordadoras al mundo editorial en Chile, que está muy abierto al textil y ha sacado muchos libros con estas técnicas.
[00:08:16] – Francisca Robles
Entonces a ella le interesaba que fuera a contar cómo puede ser posible que las mujeres que ahora están en un nivel de artesanas, por ejemplo, que yo no encuentro nada malo con eso, pero las culturas por lo general tienden a poner escalones, para mostrarles que ellas tenían toda la posibilidad de ingresar al mundo editorial. Entonces, si eres artesana, por lo general tienden a ese trabajo, a mostrarlo como anónimo, pero cuando eres autora de un libro tienes nombre y apellido, por decirlo de una manera. Entonces era muy interesante hablar de esos temas, de cómo cuando un oficio artesanal pasa al mundo editorial, que el mundo de los libros puede ser un poco más intelectual quizás, se le da más voz todavía a cierto grupo y lo bonito de ellas es que lograron que la fiesta del libro en la versión 17 les diera un espacio especial al libro textil. Entonces no era como que tenían un stand para mostrar estos libros, sino que fue todo un espacio de conversación donde se consideró al libro textil o a la imagen textil en verdad, como parte del ¿cómo se diría? del universo del libro.
[00:09:20] – Francisca Robles
Y ese fue el lazo que fuimos a conversar y llegaron muchos grupos de bordadoras que habían estado trabajando el textil como para denuncia de violencia o como para terapia o agruparse, estar juntas. Y después mostraban estos libros dándose cuenta de que ya eran objetos que son parte de la cultura y que pueden ser parte también de espacios más formales, como una feria del libro, como una biblioteca o como un espacio universitario, por ejemplo. Entonces lo bonito era que hablábamos sobre la horizontalidad que permite el textil dentro de la cultura, que muchas veces es muy de categorías, o por lo menos yo lo veo así.
[00:09:59] – Cristian Cabezas
Cuando vimos algunas de las obras que trajiste, también vimos cómo se hace esta transición del libro textil al libro impreso, en forma de ilustración y varios de los que trajiste son libros de literatura infantil. Pero el relato que haces sugiere que también hay claramente distintos géneros, como que puede ser de adulto. ¿Cómo ves tú ese contacto con la literatura infantil?
[00:10:26] – Francisca Robles
Claro, en verdad, «Víctor», que es el libro que habla sobre Víctor Jara, no es muy infantil porque el tema, el texto que está ahí es bastante duro, en verdad, pero es un libro ilustrado, claro, y uno cuando trabaja el libro ilustrado se suele ver como que fuera infantil o yo creo que ese es el pie de entrada. Después los otros libros como son con muñequitos, el muñequito uno lo asocia al juego y lo asocia al mundo infantil, pero trata un tema como la cantidad de lenguas que se habla aquí, la cantidad de culturas que conviven en este lugar y empieza a hablar de otros temas como colonización, posibilidad de mantener una lengua viva. Cómo tiene que una lengua entrar a ser escrita para mantenerse, siento que por lo general eran [culturas] orales. Ese es el libro de la colección Mari Mari con Editores Grafito. Entonces, en el fondo, claro, es muy infantil la presencia de mi trabajo, porque es un muñequito qué tierno, qué infantil, pero en verdad permite que nos metamos a otras temáticas que quizás se separan del mundo infantil y se arma una conversación un poco más profunda.
[00:11:34] – Francisca Robles
Que es lo que pasa con la arpillera, la arpillera de los años 70 a primera vista se ve muy tierna, se ven unas muñequitas en un paisaje de colores y cuando uno empieza a analizar las temáticas y a entenderlas según la historia local, se da cuenta que las temáticas que están ahí no son para nada infantiles ni naif y son bastante duras. Entonces, ese pie de entrada tiene en nuestra historia textil en Chile, que se ve muy tierno. Además, se ve muy cándido porque lo hacen mujeres, mujeres mayores, adultas mayores. Que se tiende a decir «Ahh» -es como un poco paternalista, quizás- como «¿qué va a decir esta señora?» y bueno, ¿y por qué no? Tiene muchísimo que contar de la historia. Entonces el textil fue para mí un pie de entrada. Así, cuando uno hace una imagen bordada en textil, mucha gente, la que conoce textil, lo va a asociar a la arpillera y por eso va a esperar que haya algo más social ahí que no sea como que va a tratar un tema tan liviano, va a tener algo relacionado a nuestra historia y nuestra historia textil igual es un poco dolorosa en el fondo, porque si lo pensamos desde el precolombino, desde las arpilleras, siempre es un poco la voz de grupos que se quedan fuera.
[00:12:46] – Guillermo Toro
Y mira, me acordé de Marta Carrasco, fíjate, de Mampato, me vino como así, como de repente un flashback, porque ahí, claro, siendo niño uno leía Mampato y había, estaba este elemento, había muñequitos que ella creaba y que después pasaban al papel en una segunda parte. Era como tener una creación original y después se veía contando la historia de este muñeco. ¿De cuándo vendrán estos primeros libros textiles en Chile crees tú?
[00:13:11] – Francisca Robles
¿El libro-libro textil así? Uy, no sé, pero la arpillera viene en las narraciones bordadas. En verdad son precolombinas. El textil precolombino narra. Pero nosotros no logramos a veces decodificar la imagen de un telar, por ejemplo. Hay símbolos en los telares mapuche que hablan de arañita. La arañita tiene que ver con la tradición del tejido del telar. Pero después esta imagen que nosotros reconocemos más ya como el dibujo que se enseña aquí, que es como una enseñanza más europea, viene como de fines de los 50 con Violeta Parra y para mí Violeta Parra bueno, es completa, es una ilustradora también textil, es un artista que hace unos textiles que saca al bordado de su formato y hace un bordado gigante y narra, su imagen narra, su imagen la leemos. Es como una muralista bordadora, ilustradora y al mismo tiempo que ella está haciendo eso, que ella la hace con una potencia impactante, hay mujeres en Isla Negra que hacen su bordado. Ahí fue con Leonor Sobrino, que era una mujer italiana que llegó a Isla Negra y les enseñó el oficio del bordado, pero ellas empiezan a narrar lo que vivían en el día a día en Isla Negra y también se transforman en ilustradores textiles o así lo veía yo siempre.
[00:14:31] – Francisca Robles
A mí me alucinaba como desde los 50, el textil se transforma en imagen narrativa muy potente ¿Cuándo pasa a ser libro, a encuadernarse como libro? En verdad no sé un hito específico. Ojalá si alguien que escucha nos dijera, pero yo creo que también viene de cuando las bibliotecas empiezan a hacer un trabajo con la comunidad, que es lo que más me gusta a mí de las bibliotecas, que más que contener libros, quieren que la gente llegue a la biblioteca y cuando hacen ese trabajo empiezan a aparecer muchos talleres, hacen actividades de mediación y ahí se hace mucho bordado también y empiezan a resultar estos libros colectivos.
[00:15:10] – Cristian Cabezas
Sobre la actividad que tú ya has realizado y la gente que forma parte de la Colectiva Libro Textil. Cuéntanos dónde están territorialmente, porque están muy repartidas. Es muy interesante como eso también refleja la realidad de un Chile más completo que el de Santiago.
[00:15:27] – Francisca Robles
Claro, en la Colectiva estoy yo en Santiago. Está Carolina en Colbún. Está Renata en Rari. Bueno, ellas trabajan juntas en esta agrupación cultural Ayekantun y hacen muchas actividades culturales enfocadas a la educación. Entonces ellas tienen la Fanzinoteca Errante del Maule, que hacen sus fanzines también y libritos cartoneros. Y entre eso también meten el textil y tienen como una actividad súper completa relacionada a las culturas con acercamiento a las comunidades. María José Durán, que está en calle Larga de los Andes y ahora está terminando un proyecto que se llama «tramar el caminar», que fueron trabajando también con diferentes grupos de mujeres, viendo el tema de lo sensorial en el textil, para hablar de una geografía. Ambas, Colbún y los Andes [tocan] el tema de cómo cuando hablamos de una geografía hablamos también de las problemáticas, de los peligros que viven los entornos naturales o del extractivismo. Y aparece ahí también el tema, siempre aparece lo político en el fondo relacionado a las comunidades y el textil se usa para manifestar eso de una forma visual.
[00:16:39] – Francisca Robles
Y también está Aniko. Ella está en Chovellén cerca de Pelluhue. En Pelluhue hay una agrupación que se llama Manos de María, que son mujeres que después del tsunami tomaron todas las donaciones de ropa que no se estaban utilizando -porque llegó una cantidad de ropa enorme y ya no sabían qué hacer con ella- y la transformaron en artesanía textil en un inicio. Se consiguieron como una mediagua que les dio la Municipalidad de emergencia, armaron su taller y se han ido ganando fondos, fondos y ahora tienen muchas máquinas de coser. De la artesanía pasaron a hacer un libro contando su historia sobre el tsunami y ahora ese libro lo van moviendo por escuelas. Se transforman como en narradoras educadoras. Aniko no es de ese grupo, pero vive ahí, cerca de ese sector. ¿Y qué más se me olvida? Ah, y está Daniela Hauri, que ella tiene una editorial hermosa de libros textiles que se llama Minar Ediciones Textiles hacen un trabajo alucinante con el tema del lenguaje, como desconfigurando el lenguaje y transformando las letras a la puntada. Y va jugando un poco con, reflexionando que de qué es este formato libro que contiene tanta información y ella en este momento está en Loncoche. Y bueno, hay mucha gente más que no es parte de la Colectiva, pero está André Lazurcida, que está en La Serena y también están trabajando en libros textiles y muchas personas de norte a sur en Chile.
[00:18:04] – Francisca Robles
Arman estos grupos con bordadoras, sacan libros, los envían a otras partes del país. Los libros van de gira de norte a sur y van contando como un poco lo que está pasando en ese lugar. Las del norte le cuentan a las del sur. Y es muy bonito en verdad lo que ha ido pasando. Y como los libros son como ven acá, blanditos, texturados, la gente se acerca. No se ve como un libro tan serio y entonces por lo general la gente se acerca a tocarlo y ahí empiezan a pasar las cosas como de conversación.
[00:18:37] – Guillermo Toro
Hay personas que son libros, así como en Fahrenheit 451, que encarnan el libro. Nos contaste tú antes de una narradora de Valparaíso.
[00:18:47] – Francisca Robles
Si, ella no forma parte de la Colectiva, pero ella hace un trabajo, es Vicky Silva, «cuentos con faldón» se llama su trabajo. Ella es narradora oral y se transforma en un libro, como dices tú, y se viste con su ropa, que son las páginas del libro de los bolsillos. Saca personajes, abre la falda y va transformando en mar, en una montaña. Y ahí va contando las historias. Y también está Chascona cuentista, Castora cuentista, también muchas mujeres que son cuenta cuentos, que acá hay una escuela de cuenta de cuentos muy potente también en Chile, que rescatan la oralidad y utilizan también el textil, los muñequitos, el libro textil, la ropa como soporte para ir contando estas historias. Y ahí también genera un acercamiento, porque cuando aparecen muñequitos se acercan los niños, se acercan, las mujeres se acercan adultos también y empieza como «ay, mi abuelita hacía esto y me acuerdo cuando bordaban esto, yo tenía un vestidito» y bueno, ahí se ve que es una historia viva que tiene mucho más para contar.
[00:19:54] – Guillermo Toro
Es como un golpe directo al inconsciente.
[00:19:57] – Francisca Robles
Si, totalmente. Uno ve el muñequito y tiene como una nostalgia inmediata.
[00:20:01] – Guillermo Toro
Es el títere, es ese sentir un alma en algo.
[00:20:03] – Francisca Robles
Claro. Y también esa sensación de «yo también puedo hacerlo, ¿por qué no lo he hecho?» Pasa también muchísimo. Como alguien dice bueno, voy a regalarle a la hija que va a nacer de mi amiga, le voy a hacer yo el libro. Entonces todos se transforman en un poco en hacedores de libros.
[00:20:22] – Cristian Cabezas
Comentábamos también antes, hablando sobre el libro cartonero, que hay un interés respecto de este libro y estoy seguro que de este también en, por ejemplo, en Estados Unidos, como que se ve como una manifestación muy propia de América Latina. Bueno, hablamos sobre el origen del libro cartonero, claramente hay una afinidad. ¿Tú has visto esto también en tu experiencia: interés de otros países, en Europa, en Estados Unidos?
[00:20:48] – Francisca Robles
Bueno, en Estados Unidos hay una librería de libros de artista fanzine que se llama Printed Matter, que está en Nueva York y creo que integra libros textiles. No sé, yo fui, pero no vi libros textiles. Pero sí, aquí está una editorial que se llama Naranja Editores que trabajan libros de artista, así como artistas de galería, y hay varios libros textiles que son una joyita y ellos trabajan juntos. Pero en Francia especialmente está Julia Peslier, que ella es docente de literatura juvenil. En … -mi memoria es muy mala, no recuerdo ahora el nombre de la universidad- pero ella sí ha trabajado mucho conmigo. Sacó unos libros anuales con temáticas de investigación y habló sobre varias ilustradoras chilenas, respecto a cómo van usando el textil para narrar. Hay muchísimo interés en Francia sobre lo que es el textil, bueno, y en Europa, principalmente por las arpilleras. Porque hay un trabajo de archivo con las arpilleras que les llama mucho la atención. Pero claro, la arpillera se queda todavía como a nivel de arpillera y a la investigación que está haciendo Julia es más respecto a las ilustradoras textiles.
[00:22:00] – Francisca Robles
Investigación, así como del libro textil propiamente tal, todavía no he visto, porque está mutando la textilera para transformarse más en hacedoras de libros. Pero sí, es muchísimo el interés, porque se ve que es muy prolífico todo lo que pasa con el bordado a nivel político, social acá. En Colombia también les interesaba muchísimo. Chile es bastante referente, según lo que vi en temas de cultura y de libro.
[00:22:27] – Guillermo Toro
Claro, en el libro uno siempre ve el producto, pero acá me parece que el proceso es muy importante, el proceso de hecho se comparte como colectivo. Pero ese proceso de crear este libro textil te da un tiempo, tiene un tiempo y tiene una manualidad también. Una memoria de otro tipo, ¿tú has participado en experiencias de creación colectiva de libros textiles o sabes de esas?
[00:22:53] – Francisca Robles
Yo, en las bibliotecas, porque cuando voy a las ferias del libro o a las bibliotecas, por lo general hacemos libros colectivos, porque como es lento se trabaja cada una página y luego se unen y logramos terminar el libro como a tiempo. Y la muestra colectiva en verdad se une por eso, porque todos teníamos libritos, pero el proceso es tan lento que en un año una no alcanza a tener una cantidad de objetos como para mostrar, la muestra como que siempre claro, requiere como este punto final. Entonces, cuando decidimos unirnos en la Colectiva que fue a fines del año pasado, pudimos ahí participar en ferias del libro o hacer una exposición, porque juntas hacíamos como la fuerza, porque en el fondo yo pasé todo el año pasado armando una biblioteca textil. Con biblioteca te digo que habré hecho 12 libros y ya los envié a destino, que era en Tirúa y ya no los tengo y el tiempo no me da como para hacer otros libros. Igual hay artistas que son así. A mí me impresiona la velocidad que tienen, pero por lo general el textil es colectivo por los ritmos, porque además ponen en cuestión que a veces nos tenemos que estar apurando mucho para demostrar y en el fondo el textil es bastante lento y en ese espacio de bordado es mucho más rico si estás con alguien, a estar sola. Y en ese espacio de colectividad pasan muchísimas cosas muy importantes. Y claro, después se ve el resultado final.
[00:24:20] – Guillermo Toro
Se conversa, hay una historia.
[00:24:22] – Francisca Robles
Hay una historia, se organizan cosas. En los grupos que yo he conocido, por ejemplo, en Angachilla, en Valdivia o el mismo de Pelluhue, he ido cuando recién se había conformado el grupo y he visto la relación de las mujeres pidiendo permiso a los maridos para venir, apurándose porque tenían que hacer el almuerzo y después voy dos años después y ya veo que son todas una eminencia ahí en el sector y no le tienen que pedir permiso a nadie porque van a preparar la exposición, que es súper importante. Entonces he visto cómo transforma a las personas que participan, que, en mi experiencia, las que empiezan a participar en los colectivos, no yo, porque yo estudié arte, pero son personas que no venían del mundo artístico ni cultural. Entonces encontrarse con eso es una transformación, porque es muy bonito saber que uno puede crear cosas y que las cosas que uno va a crear le van a interesar a la comunidad o que puede aportar a la comunidad. Entonces el cambio es bien transformador. Suena todo como muy amor y paz, pero es real, porque lo mismo con la historia de las arpilleristas.
[00:25:25] – Francisca Robles
En verdad pasó de tomar a mujeres que estaban en situaciones de trauma a empoderarlas. A permitirles con la venta de la arpillera comprar para las ollas comunes, por ejemplo. Entonces, al final a transformarse en mujeres que traían sustento. En Isla Negra, las mujeres cuando empiezan a bordar en los 50, no estaban en una situación traumática, pero sí de carencia por temas de industrialización. El campo tiene menos ingresos y cuando empiezan a vender sus arpilleras, sus bordados, les empieza a ir muy bien, logran traer ingresos a sus casas y por lo general el rol de la mujer en los 50 en Isla Negra no era ese y hay una transformación respecto a cómo las ven sus nietos, sus hijos. Entonces transforma mucho porque además genera imágenes muy bellas y que, claro, le interesan a personas. También le interesa a extranjeros comprarlas, por ejemplo. Entonces sí se transforma también en un objeto de deseo, también el resultado.
[00:26:23] – Cristian Cabezas
Te agradecemos mucho, es muy interesante. Tiene muchas aristas y yo creo que le abre al público del Yepo una oportunidad de pensar estos temas, que tienen todo que ver con bibliotecas, pero que al mismo tiempo es como que a veces son invisibles. No nos identificamos, no nos conectamos con eso. También es una invitación, yo creo, a que las bibliotecas, las bibliotecarias, los bibliotecarios, estemos conectados con esto.
[00:26:52] – Francisca Robles
Claro, porque yo traía una pregunta para los bibliotecarios, me imagino que quizás han hecho talleres de textil en su biblioteca, pero ¿tienen libros textiles?, ¿tienen? ¿Si, no, por qué? Si están ¿están dentro de su catálogo como libro o están como una decoración ornamento para jugar?, que tampoco es malo en todo caso, como parte del mobiliario lúdico. Si quisieran que pasaran a ser del catálogo, ¿qué habría que hacer? Entonces, ahí como que mi invitación es como contáctense con colectivos que hacemos libros. Conversemos. ¿Qué habría que hacer para que el libro se pudiera integrar, el libro textil a la biblioteca también sin que sea un problema? Me imagino que trae también, hay como cosas respecto a cuando se cataloga un libro, no sé, ese sería como mi segundo paso.
[00:27:41] – Guillermo Toro
Quedan las preguntas abiertas y disponibles entonces. Bueno Francisca, ha sido un gusto. Me alegra mucho que te hayas integrado como docente a la UTEM a partir de este año 2023 a la Escuela de Arquitectura, pero esperamos que también nos compartas tus ideas más adelante en la carrera de Bibliotecología. Serás muy bienvenida. Gracias.
[00:27:59] – Francisca Robles
Eso sería genial.
[00:28:01] – Cristian Cabezas
Vamos a dejar el Instagram de la Colectiva para que las personas que estén interesadas se comuniquen.
[00:28:09] – Francisca Robles
Claro, hay de todas partes de Chile, así que muchas gracias.