Conversamos con César Biernay Arriagada, bibliotecólogo, profesor, profesional de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile y escritor. Hablamos de su larga trayectoria profesional, la vocación de ser puente entre usuari@ e información, su experiencia en la formación de técnicos en Bibliotecología y del deseo de hacer visible la investigación a través de la literatura, en crónicas policiales.
Esta es una transcripción ligeramente editada de la conversación de 18:00 minutos.
[00:00:09] – Guillermo Toro
Siempre llegamos con alegría, con ganas a grabar este pódcast, porque es algo que nos mueve, que nos interesa, que hacemos por gusto personal también, como proyecto de fin de semana, como un weekend project, con nuestro amigo Cristian Cabezas, director del podcast. Hoy tenemos con nosotros a César Biernay Arriagada, él es bibliotecario documentalista, egresado de la Universidad Tecnológica Metropolitana en el año 2000. El año 2010 se licenció en Educación y en el año 2013 obtiene la beca CONICYT, que le permite graduarse como Magíster en Educación con mención en Informática Educativa en la Universidad de Chile, favoreciendo su labor pedagógica y en cuya tesis de grado abordó la problemática de los recursos electrónicos bibliotecarios. Consejero del Colegio de Bibliotecarios de Chile en el año 2015, con más de 20 años de servicio en la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), colaboró activamente en la histórica desclasificación de archivos del Departamento 50, los cazanazis chilenos [de la década de los 40], facilitando el acceso a esta información inédita que permite reescribir la historia del país. En esta labor, Cesar Biernay Arriagada ha brindado conferencias, charlas y notas de prensa a diferentes medios de comunicación nacionales y extranjeros.
[00:01:25] – Guillermo Toro
Hoy también nos da una entrevista a nosotros en este pódcast, beneficiando a la profesión y resaltando la imagen de la bibliotecología. En el año 2010 colaboró en la compilación de los 100 casos policiales de la Brigada de Homicidios Metropolitana, en el marco del Bicentenario de la Nación, y conformó la Mesa Técnica de Trabajo Conjunto del Archivo de la Brigada Investigadora de Delitos contra los Derechos Humanos de la PDI, declarado Monumento Histórico Nacional. Se ha desempeñado como docente para las carreras técnicas de Bibliotecología, tarea en la que ha supervisado un sinnúmero de prácticas profesionales en Santiago y regiones, guiando decenas de informes de titulación y seminarios de título, contribuyendo a la formación de muchas generaciones de profesionales de la información. En cuanto a su perfil documental, en tiempo de pandemia recopiló antecedentes inéditos de casos policiales emblemáticos y los publicó en dos libros de su autoría «Macabros: historias de asesinos despiadados que intentaron el crimen perfecto», publicado por Editorial Catalonia en el 2020 y «Macabros 2: evidencias que desbarataron la coartada perfecta» también con Catalonia en el 2022, obra que durante cinco semanas estuvo en el ranking de la librería Que Leo como una de las más vendidas.
[00:02:44] – Guillermo Toro
Finalmente, con el propósito de acercar a la comunidad estudiantil al medio profesional, ha sido propulsor del evento deportivo Copa Día del Bibliotecario, por siete años consecutivos, en beneficio de los jóvenes estudiantes de bibliotecología y en su afán por establecer lazos estrechos entre los profesionales de la información, iniciativa que ha sido difundida por las redes sociales y en diarios de publicación nacional. Bueno, esta reseña se la debemos a nuestro colega Pedro Serrano Manzano. Aprovechamos de saludarlo. Así que Pedro, muchas gracias. Porque en realidad es una gran síntesis de la trayectoria de César.
[00:03:23] – Cristian Cabezas
Bueno. Buenos días a todos. Gracias por escucharnos. Guillermo. César. Gracias por venir. Ya hicimos una reseña bastante completa de tu trayectoria profesional. Yo te pido que por favor tú nos digas en tu experiencia que es lo más importante, que es lo que ha marcado tu trayectoria, qué quieres compartir con los que escuchan este pódcast.
[00:03:47] – Cesar Biernay
Hola Guillermo y Cristian, muchas gracias por invitarme a una nueva edición de Yepo. Gracias por la pregunta y la presentación. Bueno, mientras escuchaba mi reseña no creía que hubiera hecho tantas cosas. Cuesta a veces dimensionar el andar que uno ha tenido en esta linda área que es la bibliotecología. Me hizo recordar cuando ingresé acá [a la universidad] el año 1996. Con muchas dudas, con muchas dudas. Vaya un saludo especial a mi papá y mi mamá que fueron los primeros que me preguntaron ¿bibliote-qué? ¿bibliote-cuánto? Porque había muchas dudas. También si es que esto tenía campo laboral, ¿verdad? Si es que yo me iba a sentir pleno ejerciendo la bibliotecología. Además, tuve una experiencia un poco ingrata. Y es que el primer día que pisé esta universidad, un estudiante de 5º año nos dijo que las prácticas estaban mal pagadas, que éramos menospreciados. Para un mechón [estudiante de 1er año] que viene recién llegando, eso te enciende las alarmas y dices «Chuta, ¿en qué me estoy metiendo?» Así que siento que ahí fue muy importante el apoyo de los profesores en aquellos años.
[00:04:50] – Cesar Biernay
Recuerdo a la profesora Carmen Pérez, a don Héctor Gómez, a Guillermo Toro, que era un ayudante recién en la Universidad; a Texia Iglesias y María Luisa Menares. Ellos se encargaron de reivindicar la profesión y eso fue un aliciente muy importante. Yo siempre he tenido la convicción, siempre, de la importancia que tiene la información para la toma de decisiones. Vengo de una familia en la cual no había tantos libros y sentía que esta profesión realmente podía ser una llave para que pudiéramos acceder a la información. Estoy hablando de la mitad de los 90, de un país todavía en transición. Yo siempre pensé que esta carrera era la carrera en la cual se podía brindar el acceso a la información, democratizarla, que es lo que siempre escuchamos en las aulas de clase. Así que siempre con esa convicción seguí adelante, siempre muy ligado a las instituciones castrenses. Y tenía yo siempre la inquietud de pequeño: siempre me creía un Sherlock Holmes o un Maigret, así que siempre tenía un interés por esa área.
[00:05:49] – César Biernay
Así que no me fue difícil en verdad buscar la veta, golpear la puerta necesaria y prontamente empecé a trabajar en pequeños proyectos en la PDI, donde me desempeño ya hace más de 25 años. Entré el año 97 y fue una experiencia fascinante y creo que pude vincular ambas cosas: mi pasión por la información, por brindar acceso, trabajar con bases de datos, con esa inquietud de muy pequeño de lo que es la investigación policial. Eso ha sido básicamente el maridaje que hice entre la gestión de información y conocimiento con lo que es la PDI, y ahí he trabajado en lo que se menciona en la reseña, que me enorgullece mucho, que fue la desclasificación del archivo del departamento 50. Creo que somos la primera policía del Cono Sur en hacer una desclasificación de este tipo. También tenemos otro trabajo importante que fue con los archivos del Informe Rettig, que hoy día constituyen, fueron declarados monumento nacional. Entonces, haber trabajado en esa instancia para mí fue una experiencia fascinante, donde pude poner a prueba aquel adagio que profesaba siempre, que profesamos todos: somos un puente entre la información y el usuario. Yo creo que eso que siempre de chiquitito nos repetían acá en la universidad los profesores y los colegas, realmente se hace carne allí, cuando tomas información que está documentada en papeles impresos, en roneos corcheteados, perforados, archivados por ahí, ponerlos a la luz, con todos los recursos que hoy ofrece la digitalización o la automatización, ponerlo a disposición de chilenas y chilenos para que entre todos podamos reescribir la historia. Eso es lo que a mí me motiva, me fascina y siento que vamos por el camino correcto.
[00:07:28] – Guillermo Toro
Estabas hablando de la profesión como llave. Justamente yo pienso que hay algo de llave en la profesión para cada uno de nosotros y para cada uno de los usuarios. Es curiosa la idea, pero también fíjate que tú participaste por varios años formando técnicos y los técnicos hacen un trabajo importantísimo en bibliotecas escolares, en regiones y fue una llave para ellos también capacitarse mejor para dar un mejor servicio. ¿Nos puedes contar de tu experiencia formando técnicos? ¿Qué resultados hubo? ¿Qué retorno tuviste de parte de ellos? Yo sé que fue una llave lo que hiciste tú para muchas personas, ya que se les abrió a lo mejor otra mirada y empezaron a tener la posibilidad de desarrollarse más ellos también como personas.
[00:08:16] – Cesar Biernay
Sí, efectivamente, yo me encontraba en enseñanza media y sentía que tenía talentos también asociados a lo que es la pedagogía. De hecho, lo pensé, estudiar como carrera inicial de pregrado una pedagogía, pero en definitiva me decidí por la bibliotecología. Y ahora, cuando ya llevaba diez años de ejercicio profesional como bibliotecario, decidí probar y seguir esa línea y cursé y aprobé la Licenciatura en Pedagogía y ya con esa herramienta y además siendo magíster en educación, tuve la oportunidad de ser profesor en la carrera técnica de Bibliotecología en el Instituto Profesional Carlos Casanueva y también en el Instituto Profesional La Araucana, de ser parte de una carrera en diurno y vespertino. Y tuve la oportunidad de esa experiencia durante varios años de ser profesor técnico y la verdad es que me encontré con un capital humano muy rico, porque el estudiante de vespertino es un estudiante que es distinto a la experiencia que tuve yo cuando fui alumno. Vi que muchos de ellos se pagaban ellos mismos la carrera. Ya esa es una diferencia importante, porque al pagar ellos la carrera exigen más, ya que pagan para aprender.
[00:09:23] – Cesar Biernay
Por lo tanto, el nivel era muy alto, la exigencia era muy alta y siempre pedían más y pedían la fuente principal y también mucha actividad en otros horarios. Fuera de ir a verme, me llegaban muchos correos, muchas solicitudes de información de diferente tipo y me encontré con alumnos que tenían un alto valor, muchas ganas de hacer un aporte a la sociedad, porque me decían «sabe profesor, yo no pude estudiar en mi juventud porque o quedé embarazada y eso me trabó un poquito mis sueños, mis anhelos, o no estaban las condiciones o no tenía el dinero. Y ahora que mis hijos están grandes, yo con 60 años quiero cumplir esto, obtener un título profesional, creo que me lo merezco y este es el momento» y ante eso, uno difícilmente podía no tratar de hacerlo bien. Recuerdo mucho a un alumno que yo tuve, que tenía 65 años y me dijo «profesor, yo estoy estudiando esto porque yo toda la vida fui guardia en una biblioteca y mi puesto estaba fuera de la biblioteca. Entonces cuando llovía yo estaba afuera, cuando hacía mucho calor yo estaba afuera. Yo siempre dije: antes de jubilar quiero estar adentro. Y para estar adentro tenía que tener un título, así que estoy estudiando porque yo quiero jubilar adentro, no afuera». Ante eso uno no puede, no puede hacer las cosas al lote. Si algo vale la pena hacerlo, vale la pena hacerlo bien. Y es por eso que yo tuve un maravilloso pasar con los alumnos. Cada alumno era un mundo nuevo. Y ahí pasó algo muy curioso, porque yo hacía clases paralelas en Carlos Casanueva y en La Araucana. Entonces en el Carlos Casanueva me decían «profesor, ¿cómo son los alumnos de La Araucana? ¿tienen laboratorios de computación? ¿cómo es la malla de curricular de ellos? Y cuando iba a hacer clases a La Araucana me decían lo mismo. «Profesor, ¿cómo son los alumnos del Carlos Casanueva y cómo son sus prácticas? ¿Ellos hacen actividades extracurriculares? Y ahí fue cuando nace la Bibliocopa, porque ellos querían conocerse entre sí. Entonces yo, que era futbolero y que sigo perteneciendo al Bibliotecarios Futbol Club BFC, dije: esta es la instancia, vamos a hacer un pequeño torneo para que nos conozcamos, para que compartamos con el pretexto del fútbol.
[00:11:23] – Cesar Biernay
Y así fue como comenzamos, si mal no recuerdo, en el 2011 con la primera Copa y fue un acierto porque más allá del partido que duraba una hora, había toda una camaradería. Recuerdo que, con el auspicio de Leslie [Villanueva], a quien le mando un tremendo saludo, empezamos a regalar diplomas a los mejores jugadores, mejor goleador; empezamos a gestionar prácticas laborales, compartiendo las prácticas en el camarín, ahí mientras nos cambiamos ropa, uno decía «Oye, estoy trabajando con Aleph, estoy trabajando con Symphony, con Janium» y ahí en el camarín se daba mucho esta relación interbibliotecaria. Así que eso creo que fue una linda experiencia, que nace a partir de mi experiencia como docente en los institutos y escuelas de Bibliotecología.
[00:12:07] – Cristian Cabezas
También te queríamos preguntar por tus libros, por esa faceta que es una mezcla de investigación, creación y que tiene también algo de la vocación del bibliotecario de conocer cosas que otros no lo han hecho, no lo han abordado, no lo han encontrado aún. Cuéntanos sobre los libros.
[00:12:31] – César Biernay
Muchas gracias por tu pregunta, Cristian. Sí, efectivamente, esto fue en el año 2003, cuando me casé con Carolina Soto, a la que le mando un cariñoso saludo. Ambos somos de un pueblo muy, muy pequeñito en el sur, que se llama Trupán. Yo frecuento mucho ese pueblo y allí, al igual que en muchos pueblos de Chile, alguna vez pasó el tren y después sacaron el tren. Entonces el pueblo tuvo que volver a reinventarse cuando se acabó el tren. Se sacaron las líneas de tren y la estación se terminó. Y un día caminando por allí, me acuerdo de unos niños jugando a la pelota en una esquina y conversé con ellos. No tenían ni idea de que esa cancha antiguamente era la estación de tren. Ahí dije «aquí hay algo que hacer, hay mucho que hacer». Y empecé a recabar información y me di cuenta de que en ese pueblo la historia se estaba perdiendo, la historia no escrita se estaba perdiendo. Así que publiqué mi primer libro que se llama «Trupán», que rescata la historia de ese pueblo con recetas, adivinanzas, oraciones, leyendas y mitos. Y lo publiqué en el año 2008. Fue mi primer libro, pagué el noviciado, pagué mucha plata por esa impresión, no hice buena difusión porque era un mundo que yo no conocía, pero sí sentía que alguien tenía que hacerlo porque la historia del pueblo se estaba esfumando. Y, a pesar de que, en términos editoriales, no fue un éxito, sí fue una experiencia que tuve y que me aportó. Más o menos en el año 2017, cuando precisamente de mi experiencia en un instituto tuve un alumno que tenía una editorial emergente, Emersson Pérez, con «Los perros románticos», y con él trabajamos juntos y sacamos mi segunda publicación que es «Periplo de un billete de luca», porque yo había publicado muchos cuentos en algunos concursos y empecé a ganar: tercer lugar, segundo lugar, finalista y cuando por ahí tuve un primer lugar en un concurso, dije «bueno, acá esto no es al azar, acá hay algo, hay algo de pluma en esto». Así que compilé mis mejores cuentos. Los publiqué en este libro y a este libro le fue muy bien. Hay un proyecto muy bonito que se llama la BiblioVega, algunos lo deben haber escuchado. La BiblioVega seleccionó este libro para regalarlo a todas las lectoras y lectores de la Vega Central. Y con eso ahí aparecí en los medios, me llamaron de Biblioteca Viva, di varias entrevistas por esta publicación. Y paralelo a eso, en el marco del Bicentenario de la Nación, el 2010, la PDI desclasifica sus 100 casos más emblemáticos. Ahí tenemos casos como el caso del Tucho Caldera, el caso Matute, el conscripto Soto Tapia, el caso del enano maldito. En fin, los grandes crímenes que hemos tenido en la historia policial chilena están compilados ahí. Entonces yo trabajé en ese proyecto, lo desclasificamos, lo ordenamos, lo pusimos a disposición de las bibliotecas de la PDI y estuvo ahí y nadie le sacaba provecho. Yo decía «oye, acá está el expediente completo del caso, desde la denuncia hasta el juicio, todo completo para poder consultarlo, quiénes fueron los imputados, cómo se investigó, cuáles fueron los medios de prueba y está ahí desclasificado, pero sin uso». Yo siempre decía «¿quién será el que tome esto y lo transforme en una novela?». Y en el año 2018 dije «Bueno, creo que yo soy el más indicado». Y ahí fue cuando los tomo y comienzo a realizar crónicas, crónicas policiales. Porque siempre hablamos de Jack el Destripador, siempre hablamos del descuartizador de Memphis, de Charles Manson. Y acá en Chile tenemos un montón de criminales asesinos despiadados, que estaban ocultos, en el anonimato. Así que, bajo este mismo afán de hacer un puente entre la información y el usuario y ante el alto interés de los lectores por las novelas policiales, empecé a novelar los crímenes. Y así fue como saqué «Macabros 1» en pandemia, en el año 2020, cuando no podíamos hacer lanzamiento, no podíamos hacer firma del libro. Sin embargo, presenté la propuesta a Catalonia, que recogió el guante de publicarnos y fue un éxito de ventas. Fue un libro que llegó a muchos lectores, di muchas entrevistas radiales, hubo muchos artículos de prensa. Al extremo de que se sacó una segunda edición de «Macabros 1» y fruto de este éxito me han pedido «Macabros 2» que se lanzó este año en febrero y también ha tenido muy buena acogida por los lectores y ya estoy trabajando en «Macabros 3», que debiera salir en el 2023. Así que ha sido una experiencia muy bonita, porque donde voy siempre digo que esto nace a partir de mi experiencia en las bibliotecas y en el contacto con colegas de diferentes unidades de información.
[00:16:36] – Guillermo Toro
Felicitaciones César, por toda esta producción. Desde luego a los colegas les llamamos a que pongan atención a tus libros, tu obra, los difundan, los conozcan, los lean y también te apoyemos en esta aventura literaria, que demuestra que cuando hay oportunidades, algunos las ven, otros no las ven, algunos las aprovechan y otros no. Así que también, como siempre decimos con Cristian, esperamos que ustedes asuman sus propios proyectos y los saquen adelante, sobre todo en beneficio de la profesión. Muchas gracias por tu visita, César.
[00:17:12] – Cesar Biernay
Muchas gracias, Guillermo. Muchas gracias, Cristian por esta oportunidad. Quiero felicitarlos a ustedes por este proyecto. Es que este programa Yepo de verdad, creo que es un acierto porque nos une y creo que es un punto de encuentro. Yo lo escucho siempre porque creo que es una forma de mantenernos unidos y estando unidos creo que podemos hacer muchas cosas. Así que muchas gracias a ustedes por este lindo proyecto.
[00:17:33] – Cristian Cabezas
Muchas gracias a ti Cesar, estamos todos decididos a seguir adelante con esto y ojalá tengamos más oportunidad de hablar con colegas como tú que tienen proyectos personales fuertes, robustos, y que sigan adelante.